sábado, 10 de abril de 2010

Groundhopping: Polonia Warszawa - Wisła Kraków


Partido: Polonia Warszawa – Wisla Kraków.
Resultado: 0-1.
Fecha: sábado 3 de abril de 2010.
Hora: 16:15.
Competición: Ekstraklasa (máxima categoría polaca).
Estadio: Stadion Polonii.
Dirección: ul. Konwiktorska 6, 00-206 Varsovia.
Capacidad: 6.860 personas.
Precio de la entrada: 40 PLN (aproximadamente 11 EUR).


A las 14:30 Ania, Michał y yo nos montamos en el tren en la estación de Milanówek. Aproximadamente media hora más tarde nos apeábamos del mismo en la estación de Varsovia Warszawa Sródmiescie, situada junto al Palacio de Cultura y Ciencia. Allí nos fuimos a buscar la parada de tranvías y nos montamos en el 18, que nos dejaría unos 15 minutos más tarde a unos pocos metros del estadio del Polonia Warszawa, situado en el distrito Śródmieście. A pocos minutos del estadio se encuentra el bonito centro histórico de Varsovia.

Las entradas ya las habíamos ido a comprar el día anterior para así evitar las colas que se podrían formar el día del partido al adquirir la “karta kibica”. A los ciudadanos polacos que quieran asistir a un partido de fútbol no les llega con comprar una entrada. Para poder adquirir una entrada antes han de poseer la denominada “karta kibica” (tarjeta de aficionado). Cada club tiene su propia “karta kibica” y por lo que he podido comprobar puede costar unos 15 o 20 PLN. Con esta medida se pretende mejorar la seguridad en los estadios polacos. Por otro lado, y también en la misma línea, todas las entradas son personales y llevan impresas el nombre del comprador, en este caso ya no solo para los aficionados polacos sino también para los extranjeros. De hecho los aficionados no polacos han de presentar un documento de identidad para poder comprar entradas.

Aproximadamente 1 hora antes del comienzo del partido entramos en el estadio (sin que comparasen el nombre de la entrada con un documento de identidad) y nos dirigimos al puesto de bufandas. El estadio Polonii tiene dos tribunas y una pequeña grada en un fondo (por sus reducidas dimensiones puede recordar ligeramente a la mítica y extinta grada Especial Niños de Riazor). La “Especial Niños” del Polonii estaba reservada para los visitantes de Cracovia. En cuanto a las dos tribunas principales, en una de ellas están los aficionados organizados del Polonia y en la otra el resto de aficionados. Nosotros compramos entradas para la primera, y vimos el partido de pié. Antes del partido me hice con una bufanda del equipo de Varsovia por algo menos de 7 euros (25 PLN).

El partido enfrentaba a dos equipos en dos situaciones totalmente distintas, último contra primero. El Wisla jugándose el título con el Lech Poznan, y el Polonia luchando por evitar el descenso con hasta 6 equipos. El partido se presentaba como una prueba de fuego para el entrenador del equipo de la capital, José María Bakero.

Además de la presencia de española en el banquillo, un jugador español estaba en el once inicial del Polonia Warszawa el centrocampista Andreu Guerao Mayoral que llegó procedente del Sporting de Gijón en el mercado de invierno. En el centro de la zaga se encontraba Piotr Dziewicki, ex-jugador del Antalyaspor turco y oriundo de Milanówek. En el Wisla destacaba sobre todo la presencia de los hermanos Brożek. Curiosamente, en las dos ocasiones que asistí a partidos en Polonia el entrenador del equipo visitante ha sido Henryk Kasperczak, ex-entrenador de un histórico como el Racing de París y ex-seleccionador de Costa de Marfil, Túnez, Marruecos, Malí y Senegal.

El partido prometía y ya antes de empezar preveía que lo pasaría mejor que en mi primera experiencia en un estadio polaco. Desde el pitido inicial se pudo ver la gran necesidad de puntos que tenía el equipo local y los jugadores dirigidos por los hermanos Bakero se posicionaron muy bien en defensa y se acercaron con peligro a la portería defendida por Juszczyk. El Wisla sin embargo no pudo demostrar que era el líder de la categoría. El Polonia llegó a tener hasta 5 ocasiones claras de gol en la primera parte, frente a las 3 ocasiones de las que dispuso el equipo de la capital de la Pequeña Polonia.

El Polonia perdió intensidad en la segunda parte y apenas dispuso de oportunidades de gol. El Wisla si que dispuso de ocasiones y Piotr Brożek y Boguski estuvieron a punto de poner por delante a su equipo. Sin embargo, el destino le tenía preparado al farolillo rojo algo peor que un gol del equipo contrario. Cuando el partido parecía que acabaría con un justo empate el centrocampista local Piątek decidió ceder el balón al portero en una acción sin aparente peligro. Sin embargo, poco antes de que el balón llegase al portero el balón botó y tocó al arquero ligeramente, un toque que cambió la trayectoria del balón lo necesario para que este entrara en la portería local pegado al palo izquierdo. Los jugadores, Bakero y la afición no podían creer lo que estaban viendo, una derrota inmerecida gracias a un gol surrealista después de haber plantado cara al líder y actual campeón de la liga polaca.

Al acabar el partido los jugadores locales se acercaron a saludar a nuestra grada y unos pocos aficionados increparon a algún jugador. En concreto la cosa pudo llegar a mayores entre un aficionado y el jugador local Trałka. Sin embargo Piotr Dziewicki llegó para calmar los ánimos y al final no se produzco nada. Los jugadores más destacados del equipo local fueron Dziewicki, el español Andreu y Mierzejewski. En el Wisla destacaron Marcelo, Boguski y Piotr Brożek.