Transcurría el tercer minuto de la primera parte de la prórroga de los cuartos de final de la Copa del Mundo de 2002 que enfrentaba a Turquía y a Senegal; el portero turco Rüştü blocó sin dificultades un balón que llegó sin peligro al área y rápidamente se la pasó con la mano al ex-jugador de la Real Arif Erdem; el senegalés Omar Daf le robó el balón pero éste acabó en los pies de Ümit Davala que avanzaba por la banda derecha; Ümit avanzó unos metros y cuando se le acercaba Omar Daf centró al área para que İlhan Mansız le pegase a bote pronto al fondo de las mallas y clasificase por primera vez en la historia al equipo turco a las semifinales de un Mundial.
8 años después de conseguir el gol más importante de su carrera, Mansız ya no juega al fútbol tras abandonar su práctica en 2006 por diversas lesiones en las rodillas. El ex-delantero turco ha cambiado de deporte y en la actualidad se entrena junto a su compañera Oľga Beständigová para clasificarse para los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi 2014 en un deporte muy distinto del que practicó hasta la temporada 2005/06, el patinaje artístico sobre hielo. Desde hace más de 2 meses ambos se entrenan en la localidad alemana de Obertsdorf 6 días a la semana y 3 veces al día bajo la supervisión de Alexander König. Mansız y Beständigová, que también son pareja sentimental, se entrenan con el objetivo de ganar el campeonato turco y clasificarse para los próximos Juegos Olímpicos de Invierno de 2014. Ambos se conocieron en 2008 en el programa de la televisión turca “Buzda Dans”. El concepto de ese programa es similar a “¡Mira quien baila!” pero sobre hielo y con patines. Ganaron el programa y después decidieron intentarlo en serio de manera profesional. Ella ya había participado en unos Juegos Olímpicos en 2002 representando a Eslovaquia formando pareja con su hermano.
Después de retirarse al final de la temporada 2005/06 y de ganar el programa “Buzda Dans”, Mansız estuvo a punto de volver al fútbol profesional para jugar en la temporada 2009/10 en el 1860 München en la segunda división alemana. Tras entrenarse 3 meses con el equipo dirigido por Ewald Lienen, Mansız le comunicó al entrenador que dejaba el fútbol definitivamente por motivos personales. Más tarde se supo que la razón era pasarse al patinaje artístico sobre hielo. “Olga siempre quiso volver a participar en unos Juegos Olímpicos. Le prometí ayudarla y esa promesa fue la razón por la que dejé el fútbol en 2009. Podría haber logrado volver en el 1860 München”, dijo Mansız.
Para Mansız las largas jornadas de entrenamiento no son ningún problema: “El entrenamiento es más intenso y duro que en el fútbol. Pero con eso no tengo ningún problema. En el Mundial de 2002 me iba a correr a las 12 de la noche por mi cuenta. Siempre he trabajado más de lo que se me pedía”. Tampoco el haber patinado por primera vez a los 33 años: “Comencé a jugar al fútbol también muy tarde. No jugué en un equipo hasta los 14. Si estás decidido a hacer algo y crees en ello o trabajas duro, es posible, sin importar la edad.”
En la actualidad ambos se entrenan en Obertsdorf, localidad que se encuentra muy cerca de Kempten, localidad natal de Mansız. De momento es Mansız el que se encarga de cubrir los gastos que conlleva el entrenamiento, alrededor de 80.000 euros al año, pero en el futuro se espera que la federación turca se haga cargo de los mismos. Las dudas que plantea el proyecto son el hecho de que Mansız lleve patinando tan poco tiempo en un deporte en el que suele empezar a patinar con 5 años (Mansız lo ha hecho casi 30 años más tarde) y como responderán sus rodillas tras haber sufrido 7 operaciones en ellas.
Fotos e información extraídas de:
Olé.