miércoles, 29 de julio de 2009

Mathare Youth Sports Association (MYSA)


5 kilómetros al nordeste del centro de Nairobi (capital de Kenia) se encuentra Mathare, un grupo de barrios pobres de la capital, donde viven alrededor de 500.000 personas, 200.000 de las cuales lo hacen en el barrio de Mathare Valley, el más antiguo y el más importante de los que conforman Mathare. La barriada ocupa aproximadamente 4 kilómetros cuadrados y en ella las condiciones no son las más adecuadas para vivir. A menudo los habitantes tienen que sobrevivir sin agua ni electricidad y muchas personas han de compartir los servicios; se calcula que, de media, 400 personas han de compartir un servicio; en distritos como “Mathare 4b” hay solo dos servicios públicos, cada uno con 18 cabinas para las 40.000 personas que allí habitan. Otro de los grandes problemas del barrio son las enfermedades, uno de cada tres habitantes está infectado de SIDA, muchos sufren enfermedades en las vías respiratorias, padecen tuberculosis o tienen diarrea. El SIDA es uno de los grandes problemas, no solo en Mathare sino en toda Kenia, donde un millón de niños son huérfanos a causa de la enfermedad. Mathare tiene la tasa de nacimientos más alta de toda África, sin embargo, uno de cada siete niños muere antes del quinto año de vida. La esperanza de vida es de 46 años. En la actualidad, más de la mitad de los habitantes tienen menos de 20 años. Aproximadamente dos tercios de los habitantes de Mathare tienen que sobrevivir con menos de 42 dólares al mes, sin contar con el pago del alquiler. A pesar de que la escuela primaria es gratis, muchos niños no van al colegio por razones económicas.

Muchos de los jóvenes de Kenia no tienen ninguna perspectiva y terminan emigrando a las grandes ciudades en busca de trabajo. Una vez allí acaban en las barriadas pobres, como Mathare. En esta zona de la ciudad la criminalidad, la drogadicción y el alcoholismo son cosas normales. Muchos niños se dedican a recoger metal, algunos a la prostitución, los hay también que esnifan pegamento o beben changaa. La explotación, la violencia y las enfermedades llegan a ser cosas normales en la vida de un niño. La mayoría no tienen alternativa. Muchos habitantes de Mathare dicen que hay solo tres caminos para abandonar la barriada: el primero es la muerte, el segundo una boda y el tercero la formación. De la tercera opción hablaremos en este artículo.

En 1985 llegó a África el canadiense Bob Munro. Desde su llegada ha trabajado como consultor para gobiernos africanos, organizaciones de desarrollo regional y la ONU en materias de políticas medioambientales, gestión de agua y desarrollo sostenible. En 1987 llegó al barrio de Mathare y mientras paseaba por el mismo, unos niños le llevaron hasta su campo de fútbol, que estaba lleno de cristales rotos, cascos de vidrio y basura. Parece ser que Bob Munro le dijo a los niños: “Limpiad el campo, os compro un balón y después podréis jugar al fútbol”. Con esa simple frase nacía el concepto de MYSA (Mathare Youth Sports Association). Desde ese día MYSA intenta, a través del fútbol, proporcionar competencias sociales y formación a los jóvenes de Mathare. Además de una liga organizada la organización ofrece otros proyectos y actividades como teatro, música, protección de medio ambiente, prevención de SIDA y mucho más.

27 equipos formaban la primera liga de MYSA en 1987; un año más tarde la liga contaba ya con 120 equipos divididos en distintas categorías por edades. En la actualidad son 18.000 niños de Nairobi de entre 9 y 18 años los que disputan las ligas MYSA divididos en 1.200 equipos. De esta forma la liga juvenil de MYSA es la más grande de África. Desde 1992 también participan niñas que hoy forman un tercio de los equipos MYSA. Además, en la actualidad el fútbol no es el único deporte de la organización, aunque si que es el deporte más practicado.

En 1994 se dio un paso muy importante en la organización juvenil con la creación de un equipo profesional, en el que se daba cabida a los mejores jugadores de MYSA. El nombre del equipo profesional elegido fue el de Mathare United, en honor al Manchester United, el modelo a seguir por el equipo. Cuatro años después de la fundación del equipo profesional se produjo el ascenso a la Premier League, máxima categoría del fútbol keniata.

Los profesionales del Mathare United son verdaderos ídolos para los niños del barrio. Los jugadores del equipo no son ricos, pues ganan como máximo unos 300 dólares norteamericanos. Puede llegar para costear la vida de su familia pero normalmente no es ni siquiera suficiente para abandonar el barrio. Los profesionales del United, así como todos los jugadores de MYSA tienen también el deber de desempeñar una labor social: si un futbolista del primer equipo promueve la utilización de preservativos, le puede suponer mucho a un niño del barrio, pues muchos de ellos son huérfanos por culpa del SIDA. Entre las labores sociales que desempeñan los jugadores se encuentran: ayudar a padres infectados con SIDA, a niños enfermos de poliomielitis, a niños criminales que están en la cárcel o a otros desfavorecidos de Mathare. Desde hace poco hay también una sección para deportistas paralímpicos con la que ha colaborado el embajador alemán en Kenia proporcionando camisetas y balones. Un dato muy importante es que MYSA ha sido propuesto en dos ocasiones para el Premio Nobel de la Paz; por lo tanto, el Mathare United es el único equipo del mundo que ha sido propuesto en dos ocasiones para ese premio.

Las condiciones de entrenamiento no son las que se le suponen a un club profesional, el campo donde se entrena puede resultar peligroso y provocar lesiones. En muchos casos las botas de fútbol son un lujo para los jugadores de MYSA así que muchos las toman prestadas en el club antes de los entrenamientos y las devuelven al término de los mismos. También es posible comprar equipaciones deportivas o botas de segunda mano por poco dinero en la organización. Uno de los problemas de MYSA es que, a veces, los mismos padres no dejan ir a sus hijos a entrenar, porque no pueden prescindir de su trabajo o tienen miedo de que se lesionen y no puedan trabajar durante una temporada. Además luego llegará la hora de pagar la factura del hospital y no siempre puede pagarla el equipo.

En 2008, el equipo se proclamó campeón de la liga keniata finalizando con tres puntos de ventaja sobre el SoNy Sugar. Gracias al campeonato de liga, el equipo se clasificó para la presente edición de la Liga de Campeones africana pero cayeron eliminados en la fase previa al caer contra el ZESCO United zambiano. En la misma temporada en que se proclamaron campeones, el último clasificado de la categoría fue el Mathare Youth, equipo filial del Mathare United hasta la consecución del ascenso a la máxima categoría. Tras el descenso milita en la Nationwide League, la segunda categoría en el país.

Hay algunos jugadores de la academia que juegan o han jugado en equipos europeos, como:
  • Mc Donald Mariga, que juega en el Parma.
  • Dennis Oliech, que jugó en el Nantes y en el Auxerre y actualmente juega en el Al-Arabi qatarí.
  • Austin Makacha, que juega en el IK Sirius sueco.

Información y fotografías extraídas de:

5 comentarios:

CARLOS MATEOS GIL dijo...

No conocía a este equipo pero la historia me encanta. Un ejemplo más de como el fútbol puede integrar ya a la vez hacer felices a muchas personas que no tienen muchos motivos para estarlo. Me resulta curioso lo del Nobel de la Paz. Sería sin duda una bonita y merecida recompensa.
Un saludo
http://deparadinha.blogspot.com

Martín dijo...

Precioso Estoja, desde ahora el Mathare tiene un nuevo fan ;-)

cityground dijo...

Muy buen artículo, que gran labor hace MYSA con los jóvenes de esa zona tan marginal.

Me uno a martín, ya tengo equipo en Kenia, a Mariga y Oliech los conocía porque son de los pocos jugadores keniatas que han jugado en Europa.

Estoja dijo...

Yo conocí a este equipo hace pocas semanas leyendo un artículo de la revista austriaca "Ballesterer", que es de donde saqué gran parte de la información.

Y la verdad es que no conocía a ninguno de los jugadores que nombré en el artículo.

Y yo también tengo equipo en Kenia ahora.

:-D

Danny Amorocho dijo...

yo si conocia de ese equipo a traves de una revista llamada Selecciones del Reader`s Digest, por alla en los finaes del siglo XX